''Every cloud has a silver lining''

martes, 1 de abril de 2014

Les llaman genios.

No me hace falta estudiar la teoría de la relatividad para saber que todo en este mundo depende del sistema de referencia que escojas para medir, de la velocidad con la que decidas actuar y de lo grande que puedas llegar a ser en la vida. Nada es como lo vemos. O sí, pero no es el único modo de verlo. Las cosas se dilatan, se retrasan y se aceleran. Lo que para ti resulta una eternidad para otros puede ser un simple suspiro. Puedes ser la luz, viajar al límite y que todos traten de alcanzarte, que todo el mundo te vea tal y como eres. Puedes ser el agujero negro que absorba la luz y la destruya para siempre, emitiendo toda la oscuridad que ella ha ido iluminando a su paso. El universo infinito, la teoría de cuerdas. El mismo universo que ahora no tiene fin será el que se contraiga tanto que acabe por asfixiarnos contra todas las galaxias que ahora admiramos con nuestros tristes telescopios. Si es que no nos ahorcamos antes con esas malditas cuerdas. ¿Habrá vida inteligente más allá? Pues esperemos, porque lo que es aquí, en esta ínfima parte de la Vía láctea, no hay. Sería una lástima que con las grandes maravillas que originó esa Gran explosión no haya surgido nada que merezca la pena. Más inteligente es una piedra, que ni siquiera sabe que existe, que aquel que dedica su vida a pensar de dónde viene y a dónde va. 
Preguntas existenciales del ser humano desde el principio de los tiempos. Bog. Seremos inútiles. 
Me preocupa mi futuro. Como a todos. Y tengo unas metas, unas exigencias que no me dejan respirar tranquila. Esas metas están construidas sobre los esqueletos de los sueños que he tenido que matar para poder pisar el suelo. El suelo que otros han construido. Qué pésimo. Qué disgusto. Lo único que al final nos alegra el camino que otros nos marcan es nuestra forma de sentir. Nuestra velocidad. La distancia de nuestros pasos. La grandeza de nuestros actos y las veces que suspiramos. Creo que esas cosas solo las determinan nuestros sentimientos. Sí, eso que nadie aún, afortunadamente, ha sido capaz de medir. Eres tan grande como grande sea tu capacidad de querer. Vas tan rápido como rápida sea tu forma de repartir felicidad. Tus pasos son tan largos como larga sea la sonrisa de la gente que pasa a tu lado. Suspiras tantas veces como veces ames en la vida. 
La velocidad de la luz se mide en viajes alrededor del mundo y no en metros por segundo. El tiempo se mide en momentos, detalles, éxitos y derrotas y no en horas encerradas en relojes. Mi vida viene de ningún sitio y va hacia ninguna parte. Porque mi vida está en mí y en todos los que viven conmigo. No necesito un profesor adorable que venga a explicarme que las cosas son relativas y hacerme sentir insignificante ante los misterios y errores inmensos de la vida que otros han estructurado en su cerebro. Genios les llaman. Yo prefiero llamarles personas que dedican su vida a explicar otra vida que nunca nadie vivirá.